Los Dalton, por René Goscinny

Hoy Goscinny habría cumplido los 81 años de edad de estar aún con vida. Nació el 14 de agosto de 1926 a las 7 de la mañana. En esta entrada podréis leer una entrevista concedida en sus últimos años de vida, durante la realización de su última película: "La balada de los Dalton". En ella, Goscinny nos presenta a los primos Dalton. Ahí va:

Los imbéciles abundan en mi obra. Hay que decir que quiero mucho a los imbéciles; los quiero cuando los invento, y por consecuente, puedo controlarlos. Me gustan los imbéciles porque tienen una fuerza cómica extraordinaria. Me gusta su candor, su tenacidad, su infabilidad en el error, el lustro de falsa inteligencia en sus ojos, y su sonrisa satisfecha mientras que todo se estropea por culpa suya alrededor y sobre ellos. Cuando Morris, habiendo matado los primeros Dalton que había creados, me pidió que los resucitara de cualquier forma, es con entusiasmo que inventé los primos Dalton, los 4 jinetes de la estupidez: Joe, William, Jack y Averell.

Los dos elementos motores del cuarteto son Joe y Averell; y cuando digo elementos motores, no quiere decir que vayan siempre hacia delante. Erran por todas las direcciones, menos por la buena.

Joe, el más pequeño, el más malo, y por consecuente el más tonto (tengo la debilidad de pensar que, en general, la maldad no es una prueba de inteligencia), Joe, por tanto, es el jefe. En todo caso es aceptado como tal por sus hermanos. He concentrado sobre él todos los defectos posibles e imaginables. Es, por supuesto, estúpido, pero es también egoísta, vanidoso, cruel y ávido. Me sirvo de él para demostrar hasta que punto sus hermanos son tontos, porque le admiran, al más tonto de todos. El razonamiento puede ser un poco vertiginoso, pero la estupidez es insondable, es conocido.

Por otro lado, tenemos a Averell, el más grande. Sus hermanos lo menosprecian, ya que le consideran el más tonto de los cuatro. Siempre que dice algo, los otros 3 le sueltan ¡Averell, cállate! Averell es el gafe nato. Es del género capaz de decirle a su víctima Aguánteme el revólver mientras voy a buscar una cuerda para atarle. Sus motivaciones son bastante simples, le gusta comer. Morris y yo estamos orgullosos de constatar que el grito de guerra de Averell: "¿Cuándo comemos?", se ha hecho famoso. Averell comprende siempre un poco más tarde que los otros y nunca perfectamente. A veces entrevé la verdad, pero esto no dura mucho.

William y Jack constituyen el consejo de sabios. Siempre juntos, uno terminando las frases empezadas por el otro, están unidos por su devoción hacia Joe y su menosprecio por Averell. Tengo la costumbre, cuando escribo un guión para Morris, de nombrar a los Dalton por orden de tamaño (es de esta forma que se desplazan casi siempre: en fila india, el más pequeño delante y el más alto detrás). Pues bien, durante mucho tiempo no lograba identificar quién era Jack. Aunque tienen menos personalidad que sus 2 hermanos, juegan un papel esencial. William y Jack me permiten comentar y afirmar los razonamientos absurdos de los otros.

En todo caso, hay para nosotros 2 misterios por lo que respecta a los Dalton. Aunque tengan pocos o ningún sentimiento humano, tienen un sentido de la familia indefectible. Los 4 hermanos son inseparables, y preparados para asumir grandes riesgos para salir airosos de todos los asuntos. El otro enigma, cuya respuesta ansiamos conocer, es que nuestros 4 horribles personajes son simpáticos y que nuestros lectores los adoran.

Sentimiento incomprensible, pero que nos tranquiliza a nosotros, los autores, siempre inquietos mirando el porvenir: los Dalton demuestran que no hay un porvenir para los imbéciles. Estamos por tanto tranquilos.

Y lo que precede os indicará, en conclusión, que los Dalton tienen otro defecto: son contagiosos. Por lo menos para Morris y para mí, que les frecuentamos desde hace tanto tiempo: ¿Cuándo comemos?